Yamaha se desentiende del futuro de Rossi
Cuando el 29 de enero se anunció el fichaje, para la temporada 2021, de Fabio Quartaro por el equipo oficial de Yamaha, el mayor bombazo suponía el daño colateral de ese movimiento, que no era otro que dejar a Valentino Rossi sin equipo al final del presente año.
2020 se presentaba como el último curso del posiblemente piloto más legendario de la historia del motociclismo en un equipo de fábrica, y el momento de tomar, una vez más, la decisión de seguir o no corriendo más allá de los 41 años que cumplió el pasado 16 de febrero.
En condiciones normales, la temporada de MotoGP 2020 ya habría consumido, a estas alturas, las tres primeras carreras del calendario: Qatar, Tailandia y Austin. Y Rossi estaría comprobando, sobre el terreno, si la M1 ha dado realmente el paso adelante que todo el mundo piensa que ha dado.
A nadie se le escapa que el Gran Premio de Italia, previsto inicialmente para el 31 de mayo, teórica sexta carrera del curso, hubiera sido uno de los posibles escenarios elegidos por Valentino para anunciar su continuidad en 2021, una carrera que a día de hoy está suspendida y sin fecha alternativa de celebración.
La crisis global derivada del brote Covid-19 está dibujando un panorama que nadie, absolutamente nadie, hubiera podido ni imaginar: que el último año de Rossi en Yamaha (y quizás en el Mundial) esté desapareciendo ante los ojos de los aficionados como un espejismo. Es inaudito.
La «promesa» de Jarvis
La esperanza es lo último que se pierde, y tanto para Valentino como para sus millones de seguidores, la opción de seguir el próximo año en el equipo Petronas con una M1 idéntica a las oficiales, es la tabla de salvación.
La jugada parecía clara cuando Lin Jarvis, director de Yamaha, aseguró que Rossi iba a contar con todo el apoyo de la fábrica.
“La decisión de Valentino de querer evaluar su competitividad en 2020 antes de decidir sobre su futuro es totalmente comprensible, lo aceptamos y respetamos”, dijo Jarvis tras dejar al italiano fuera del equipo de fábrica en favor de Quartararo.
“Si bien tenemos toda la confianza en Rossi para 2020, al mismo tiempo tenemos que planificar el futuro. En estos días, con seis fabricantes en MotoGP, los jóvenes talentos son muy demandados”, justificó la maniobra el británico.
Es extraño comenzar una temporada sabiendo que Rossi no estará en el equipo de fábrica en 2021, pero Yamaha seguirá estando allí para él, sea lo que sea que decida para el futuro.
Unas palabras que se interpretaron como un compromiso de Yamaha para dar a Rossi una moto del equipo Petronas en 2021, si ese es su deseo.
